Llegamos a Oropesa de Toledo, gran pueblo con un fabuloso contenido medieval, desde sus calles y rincones, al conjunto del castillo y palacio. Pasamos a Lagartera, famosa por sus labores y bordados. Terminamos la ruta en el Puente de Arzobispo, en el que destaca su cerámica e historia. Visualízalo en nuestro vídeo.
Sabías qué:
– En ciertas ocasiones, se ha relacionado la fundación de Oropesa con la antigua mitología. Se habla de que en 1716 a. C., el capitán griego Oróspedo Aránculo bajó con los ejércitos de Hércules desde Ávila a Trujillo, fundando a su paso la ciudad de Oróspeda. Fue conquistada por los romanos, luego por los árabes y reconquistada en el siglo XI.
– Los primeros documentos conocidos de Lagartera como pueblo se remontan a principios del siglo XII cuando, una vez conquistado Toledo por Alfonso VI, los mozárabes empezaron a repoblar el territorio. El espíritu viajero del pueblo se remonta al siglo XVII, cuando los lagarteranos empezaron a ejercer de arrieros vendiendo por toda España paños angostos. La actividad comercial de sus bordados artesanales empezó a principios del siglo XX.
– Las bases históricas del municipio de El Puente del Arzobispo, están unidas a la construcción del Puente de piedra, mandado edificar por Pedro Tenorio, Arzobispo de Toledo y Duque de Estrada en el S. XIII, sobre el propio río Tajo.
Leyenda: Dice ésta que cruzando un día el Tajo el obispo, le explicaba el barquero lo peligroso que ello resultaba, sobre todo en las crecidas, rogándole construyera allí un puente que facilitara el paso a los romeros de Guadalupe.
Por toda respuesta, arrojó entonces el obispo su anillo a las turbulentas aguas, mientras decía “cuando este anillo vuelva a mi mano, construiré aquí un puente”. La sorpresa fue grande cuando a los pocos días, almorzando en Alcolea, hallaría su anillo en el vientre de un hermoso pez que le sirvieron en la mesa.
Y, en efecto, el puente comenzó a construirse en 1383.